Por: Laura Warman, Gerente de financiamiento
Este mes destacamos a los pájaros carpinteros: un grupo de aves fascinantes con adaptaciones extraordinarias que les permiten hacer cosas que otros animales no pueden.
“Pájaro carpintero” tiende a invocar una imagen de un pájaro blanquinegro con copete rojo (incluso a manera de caricatura) que usa un pico largo para dar picotazos y agujerear troncos y ramas en las copas de los árboles, sin embargo, hay una gran variedad de carpinteros de colores, formas, y tamaños distintos. Existen aproximadamente 250 especies de pájaros carpinteros en todo el planeta, desde las latitudes altas hasta los trópicos (aunque no hay carpinteros en Oceanía). Incluso hay algunos, como el carpintero desértico del suroeste de los Estados Unidos y el norte y centro de México, que se han especializado en vivir en ambientes que carecen de árboles y anidan en los saguaros.
¿Cómo se las arreglan los pájaros carpinteros para amartillar sus cabezas con tanta fuerza y velocidad contra los árboles, sin sufrir lesiones cerebrales y dolores de cabeza constantes? Aunque la respuesta aún no está del todo clara, se le han dedicado años de investigación científica al tema, y esto a su vez ha resultado en avances en temas de materiales amortiguadores (incluyendo mejorías en la construcción de cascos para ciclismo). Puede ser que el tamaño mismo de los cerebros de los carpinteros los proteja, pero además se conocen una serie de estructuras especializadas dentro de sus cabezas que también entran en juego. El aparato hioideo es una estructura larga que involucra huesos, músculos y cartílagos; en los pájaros carpinteros se ancla en la base de las fosas nasales, luego se divide en dos mitades que suben por el frente del cráneo, lo rodean y finalmente se vuelven a unir en la base del cráneo antes de adherirse a los músculos de la lengua. Se piensa que cuando estos músculos se contraen, el aparato hioideo actúa como un cinturón de seguridad para el cerebro de los pájaros carpinteros.
Además de ser muy largas, las lenguas de distintas especies de pájaros carpinteros se han especializado de diversas maneras, lo cual les ayuda a obtener su alimento a estas aves. La mayoría de los carpinteros consumen una gran cantidad de insectos y la punta de sus lenguas tiene una serie de púas que les ayudan a sacar insectos de los agujeros que pican en los árboles. En el caso de los chupasavias, un grupo de carpinteros que, tal como lo indica su nombre, se han especializado en alimentarse de savia, las púas de sus lenguas asemejan cerdas rígidas que les ayudan a recolectar la savia. Mientras tanto, los carpinteros de pechera (llamados “flickers” en inglés), se han especializado en comer hormigas y tienen lenguas aplanadas y saliva pegajosa que les ayudan a atrapar a estos insectos. La mayoría de los pájaros carpinteros de Carolina del Norte comen una mezcla de hormigas, termitas, larvas de escarabajos, orugas, insectos voladores, bayas, bellotas, zumaques, acebos, cornejos y cerezas nativas. Si bien los chupasavias ocasionalmente prueban la fruta cuando visitan los huertos, la mayoría de los pájaros carpinteros ayudan a controlar los números de escarabajos de la corteza, así como orugas y otros insectos que pueden ser plagas en los huertos.
A diferencia de las melodías largas y complejas de las aves canoras, los llamados de los pájaros carpinteros son bastante sencillos y repetitivos, pero los carpinteros también se comunican usando los golpes de sus picos contra los árboles. Estos golpeteos, a veces llamados ‘tamborileos’, producen patrones de sonido que pueden ser muy distintivos entre especies, y los pájaros carpinteros los utilizan para encontrar pareja y para anunciar los límites de su territorio. Un estudio reciente descubrió que la parte del cerebro que le permite aprender cantos a las aves canoras, también está involucrada en los patrones de percusión de los pájaros carpinteros.
Los pájaros carpinteros pueden ser longevos, y algunos se han recapturado hasta 10 a 15 años tras ser capturados y marcados (anillados) por primera vez. Además, mientras que la mayoría de los carpinteros viven vidas solitarias, otros, como los carpinteros norteamericanos (Pileated Woodpeckers), son monógamos y se aparean por vida. Algunos, como los belloteros del oeste de Estados Unidos, incluso viven colectivamente en grupos grandes. Los pájaros carpinteros generalmente anidan en huecos que encuentran o que cavan ellos mismos en los árboles; en muchas especies los machos son los responsables tanto de encontrar o excavar el nido, y también de incubar los huevos en el nido durante la noche. Al preferir huecos y nidos en árboles viejos, varias especies de carpinteros se encuentran amenazadas por la pérdida y fragmentación del hábitat, la pérdida de árboles viejos, la falta de incendios en los paisajes que los tuvieron, y la introducción de especies invasoras como los estorninos, que se roban y ocupan los nidos de los carpinteros.
Varias especies de pájaros carpinteros se alimentan en los comederos de traspatio y usan cajas nido, pero si desea mejorar el hábitat para los pájaros carpinteros en su entorno, asegúrese de dejar árboles viejos y troncos caídos. Además, vale la pena recordar que si los carpinteros están picoteando la madera de una casa, es probable que nos estén informando que la madera contiene insectos. Estos son los pájaros carpinteros que se ven a menudo en el Triángulo:
Los carpinteros norteamericanos (Pileated Woodpeckers, Dryocopus pileatus) son pájaros carpinteros grandes e inconfundibles. ¡Son casi tan grandes como los cuervos! Estos percusionistas carismáticos se consideran la tercera especie más grande de carpinteros existentes en el mundo, y pertenecen a un género cosmopolita de carpinteros grandes, incluso, uno de sus primos euroasiáticos, Dryocopus martius, se considera el segundo carpintero más grande a nivel global. Los machos incuban los huevos dentro de huecos en árboles grandes, y aunque es posible ver a estos pájaros en un comedero, es más probable encontrarlos en el bosque. Aun sin ver al ave misma, hay que estar atentos a los agujeros cuadrados que pican en la base de los árboles, y a sus fuertes llamadas y golpeteos distintivos.
Los carpinteros de pechera, o carpintero escapulario (Northern Flickers, Colaptes auratus) ignoran las generalidades que se esperan de los pájaros carpinteros. En vez de ser blanquinegro, el plumaje llamativo de estas aves va de un color marrón y rojizo cálido, pasando por amarillo y rojo, hasta tonos pardos y grises, con un collar negro y manchas que cubren el resto de su pecho y vientre. En lugar de buscar a esta especie relativamente grande picando agujeros en los árboles, es más probable encontrarlos en el suelo buscando hormigas y escarabajos que comer. Además, estas aves son una de las pocas especies de pájaros carpinteros que migran durante el invierno, aunque también hay poblaciones residentes que no migran.
A pesar de su nombre, lo que más resalta de los carpinteros de vientre rojo (Red-bellied Woodpeckers, Melanerpes carolinus) es el color cobrizo de su cabeza. Estos carpinteros grandes además tienen rayas blanquinegras en la espalda, el pecho pálido, y, si miramos muy de cerca, a veces es posible ver una discreta área rojiza en sus vientres. Durante los meses más cálidos, hasta la mitad de la dieta de un pájaro carpintero de vientre rojo conformarse de materia vegetal. Esta especie se encuentra en toda la Costa del Este y su distribución está creciendo en Canadá, posiblemente porque son visitantes habituales de los comederos para pájaros.
Los carpinteros vellosos y peludos (también conocidos como velloso-menor y velloso, o Downy y Hairy) son notablemente similares y hay muchos consejos para distinguirlos, como el observar la longitud relativa del pico (el de los carpinteros peludos es más largo), o buscar diferencias muy discretas en el plumaje de sus colas y hombros (una pluma de cola más clara aquí o una marca más oscura allá). Sin embargo, la mejor clave para distinguirlos es su talla: tras ver a estas aves juntas, se vuelve aparente que los carpinteros peludos son mucho más grandes que los carpinteros vellosos. Los carpinteros vellosos (Downy Woodpeckers, Dryobates pubescens) son los pájaros carpinteros más pequeños de los Estados Unidos y Canadá, mientras que los carpinteros peludos (Hairy Woodpeckers, Dryobates villosus) son similares en tamaño a los pájaros carpinteros de vientre rojo (aunque la actitud de los carpinteros de vientre rojo les hace parecer aún más grandes). Los carpinteros vellosos son visitantes comunes a los comederos y forman parte de bandadas mixtas de aves que incluyen carboneros, mientras que los carpinteros peludos tienden a ser más tímidos.
Como lo sugiere su nombre, la dieta de los chupasavias de vientre amarillo (también conocidos como carpinteros moteados o Yellow-bellied Sapsuckers, Sphyrapicus varius) se centra en la savia que extraen de los “pozos” que taladran en los árboles. Pican líneas rectas y ordenadas de agujeros en los troncos de los árboles y mantienen abiertos estos pozos para que la savia se mantenga fluyendo. Son una especie migratoria que pasa el invierno en Centroamérica y se reproduce en lugares tan al norte como Alaska.
Al ver a los carpinteros de cabeza roja (Red-headed Woodpecker, Melanerpes erythrocephalus) se vuelve evidente porque les ganaron el nombre a los carpinteros de vientre rojo. Las cabezas enteras de ambos los machos y hembras de esta especie están cubiertas de plumas de color rojo intenso que contrastan con sus cuerpos blanquinegros. Estas aves prefieren los bosques abiertos y, a diferencia de la mayoría de los otros carpinteros, principalmente capturan insectos al vuelo, de manera similar a los mosqueros. Si bien no son migratorios, son una especie nómada que a lo largo del tiempo se mueve en el paisaje. Esto significa que no siempre son visibles en los mismos lugares año tras año. Desafortunadamente, sus poblaciones están disminuyendo y se ven amenazados tanto por pérdida de hábitat, en particular la fragmentación de los bosques de tierras bajas, como también por la pérdida del fuego en el paisaje.
Por último, aunque es poco probable verlos en el Triángulo, los carpinteros de cucarda roja (Red-cockaded Woodpeckers, Dryobates borealis) son aves muy interesantes que viven exclusivamente en los bosques abiertos de pinos del sureste de Estados Unidos. Estos pájaros viven en pequeños grupos familiares y usan reproducción o crianza cooperativa, es decir, cada pareja reproductora vive con un grupo de pájaros más jóvenes (generalmente machos) que ayudan a criar a los polluelos. La pérdida de su hábitat (principalmente debido a la deforestación, la fragmentación del hábitat y la supresión de incendios), llevaron a que estas aves se clasificaran como empeligradas en 1970 y actualmente aún se consideran amenazadas. Para ver estas aves en Carolina del Norte, hay que ir a las regiones costeras y los Sandhills.
¡Ayúdennos a mantener saludable el hábitat de los pájaros carpinteros haciéndose miembro de TLC o haciendo voluntariado con nosotros en nuestras Reservas! El invierno es un buen momento para ver pájaros carpinteros, así que aprovechen TLC al máximo y salgan a caminar y buscarlos.
Este mes, la especie destacada se escogió en base a una solicitud del personal de TLC, ilustrada con este hermoso dibujo de un pájaro carpintero de cabeza roja. Si tiene una especie que le gustaría que destaquemos, complete el formulario a continuación.