Por Laura Warman, Gerente de financiamiento
Estamos a principios de noviembre y, aunque las hojas con colores otoñales son las estrellas de la temporada, todavía hay tiempo para encontrar flores en el bosque. Quizá conozcan el agua de hamamelis que se puede comprar en la sección de primeros auxilios o de belleza de una farmacia, pero ¿saben que proviene de una planta nativa local?
Las plantas de hamamelis son plantas de cinco especies de arbustos y árboles pequeños dentro del género Hamamelis; dos de estas especies son asiáticas y tres son nativas de América del Norte. La especie nativa a la región del Triángulo (Hamamelis virginiana) se conoce como hamamelis americano y crece en áreas boscosas desde Canadá hasta México. Los hamamelis pueden alcanzar 15 pies de alturay, siendo plantas del sotobosque, tienden a extender sus ramas, buscando la luz que se filtra a través del dosel de los árboles más altos. Las ramas bifurcadas y creciendo en zigzag son una de las claves para identificar a estas plantas.
Las hojas y la corteza de Hamamelis virginiana se han utilizado con fines medicinales durante mucho tiempo. Las culturas indígenas usaban pastas y tés de hamamelis para reducir la inflamación y la fiebre, así como para la irritación de los ojos y la piel. Los tejidos de las hojas y la corteza contienen una serie de compuestos (principalmente taninos) que tienen propiedades antisépticas y astringentes, por lo que hoy en día el extracto de hamamelis se sigue utilizando en cosméticos y productos farmacéuticos para reducir la irritación de la piel (incluyendo picaduras de insectos y erupciones por poison ivy), picazón y hematomas.
Su nombre en inglés – witch hazel- nos puede llevar a preguntar qué tienen que ver estas plantas con las brujas, pero en realidad el nombre no tiene relación a la brujería. Se piensa que el nombre ‘witch hazel’ probablemente se remonta a la llegada de los europeos al continente, y el parecido de estas plantas a las que se usaban en Europa para encontrar agua usando radiestesia. Al llegar los europeos, también usaron las ramas bifurcadas de hamamelis para buscar agua, y el término ‘witch’ proviene del inglés antiguo “wych” (o “wiche”) en referencia al movimiento de las ramas mientras se hace la radiestesia.
Los hamamelis florecen en otoño en invierno, lo que las convierte en una importante fuente de alimento para los polinizadores que se mantienen activos durante estas épocas del año, como las polillas de invierno. Cada flor tiene cuatro pétalos largos y arrugados en forma de cinta, y crecen en racimos directamente de los tallos, lo que les da una apariencia de pequeños fuegos artificiales o rayos de sol. Algunas personas dicen que las flores asemejan arañas, pero de alguna manera, siempre me hacen pensar en las alas de mariposa recién salidas de una crisálida que no han tenido tiempo de expandirse y alisarse. El hamamelis americano tiene flores de color amarillo brillante que aparecen en octubre y noviembre, a veces incluso antes de que todas las hojas (que también se vuelven amarillas) hayan terminado de caerse de las ramas.
Tras ser polinizadas, las flores se vuelven inactivas y las semillas se desarrollan dentro de pequeños frutos leñosos que tardan un año en madurar. A diferencia de muchas otras plantas de clima templado, esto significa que los hamamelis presentan flores, frutos y primordios de hojas, todo al mismo tiempo. Cuando los frutos se secan, las cápsulas leñosas se abren de pronto y las semillas literalmente salen disparadas, hasta 30 pies de distancia del árbol. A este proceso los biólogos lo llaman “dispersión balística”.
Dado que los hamamelis florecen tan tarde (¿o temprano?) y son plantas muy resistentes, se han convertido en plantas muy populares como arbustos de jardín y hay más de 25 variedades disponibles para la venta. Otros nombres comunes para estas plantas incluyen Winterbloom, Snapping Hazelnut y Striped Alder. Los hamamelis disponibles comercialmente frecuentemente son un híbrido las especies asiáticas, por lo que vale la pena poder reconocer y estar atento a las especies nativas. Una de las mejores maneras de diferenciarlos es que el hamamelis americano florece en otoño y tiene flores amarillas, mientras que las especies asiáticas florecen más tarde en el invierno. Hamamelis vernalis, conocido como el hamamelis de Ozark, crece más al oeste que Carolina del Norte y florece de enero a marzo con flores rojizas o anaranjadas. Los hamamelis son una excelente opción para reemplazar las plantas de forsythia (que no son nativas y pueden volverse invasoras) si está tratando de reemplazar plantas no-nativas en su jardín.
Por último, si está en el bosque y se encuentra con un grupo de hamamelis, mire de cerca las ramas y es posible que encuentre, además de las frutas leñosas y las flores, unos crecimientos espinosos. Estas son agallas, que se producen cuando una especie de áfidos (áfidos de las agallas espinosas de hamamelis) ponen sus huevecillos en los capullos de flores inactivas, y la planta produce tejido para protegerse- resultando en las agallas. En fin, esta es una buena época del año para salir y buscar hamamelis en flor, y quizá también agallas de pulgón. ¡Nos vemos afuera!